Hemos llegado al final de 2017 y es inevitable reflexionar acerca de lo vivido durante los últimos 12 meses. Tantas cosas pasan durante 365 días, que es imposible recordar todas a menos que se lleve un registro diario, algo que yo no acostumbro hacer. Además, desde que vivo en Playa del Carmen, el tiempo para mi no es algo que me mortifique; no acostumbro pensar que la vida se me está acabando aun cuando estoy consciente del inevitable avance del tiempo… pero no vivo pensando en qué es lo que “debería estar haciendo” o qué me falta por vivir. Prefiero vivir el momento, planear el siguiente paso sin estresarme, siempre consciente de la realidad y sin que implique un sacrificio difícil de sobrellevar, ¿me explico? Así me ha funcionado los últimos años y hoy disfruto del resultado, mismo que se refleja en un 2017 lleno de experiencia y momentos memorables, mismos que les comparto en este conteo de 6 Cosas que hicieron del 2017 el mejor año de mi vida, con un bono final que me dio una gran lección.
1. Encontré la Fuente de la Juventud
El contacto con la naturaleza, vivir lejos del estrés citadino y entender que para recibir y poder dar amor es necesario sentirlo por uno mismo y aprender a disfrutar de todo sin excesos ha rendido frutos. Hoy, cercano a los 40 años de edad me veo y siento más joven. Incluso mejor que hace 10 años. Este año descubrí lo divertido de practicar Cross-Fit, a pesar de que antes era escéptico, hoy es una práctica que disfruto muchísimo y cuyos resultados se ven y se sienten. Amo nadar en el mar y los cenotes, además de bucear y aprovecho cualquier oportunidad para estar activo. Es Importante mencionar que por muy trillado que suene, cambiar mi actitud y aprender a ser paciente fueron clave para lograr el cambio.
2. Empecé el año con una familia, ¡hoy tengo más de 3!
Como ustedes saben, este año María y yo decidimos casarnos legalmente y tuvimos la mejor boda de la historia. Si bien ya éramos una familia, esta celebración fue el pretexto perfecto para que las personas que más queremos se conocieran. Fue hermoso ver cómo se crearon nuevas amistades que no dependen de nosotros para estar cerca. Hoy la familia de María es muy querida por la mía y mis amigos son los suyos. También conocimos a una parte de la familia de María que nos faltaba y visitamos amigos entrañables. ¡Sin duda un año de encuentros, reencuentros y lazos fuertes! Además, este año nuestras familias y amigos que pudieron viajar más de 1 vez en el año a Playa del Carmen, lo cual atesoramos muchísimo pues la distancia a veces pesa.
3. (Re)nací para el Rock
Si bien durante varios años participé en varios proyectos musicales, (algunos muy buenos, otro no tanto) hace años que pensé que la onda de la música era cosa del pasado. El 2017 también me trajo una nueva oportunidad para hacer lo que más me gusta con unos tipazos a los que hoy llamo brothers, con los que existe mucha química que detona la creatividad.
Nuestra banda Snorkel Surfers cobra cada vez más fuerza en la escena local y si bien no tenemos el sueño de ser Rockstars, cada vez que salimos a tocar actuamos como tal y disfrutamos por el sólo hecho de compartir música. ¡El 2018 promete la grabación de un disco!
4.Me casé con mi mejor amiga, el amor de mi vida
Ya se que mencioné previamente mi boda pero vamos… ¡fue mi boda! Lo mejor fue que lo hicimos todo entre María y yo, sin depender de nadie, la hicimos como quisimos, en la playa y con la gente más importante para nosotros. Nuestra boda no fue perfecta, ni fue fácil, pero fue la mejor! Algo que recordaremos siempre y si podemos ¡la vamos a repetir! Hoy disfrutamos de un hogar hermoso, con Zazil, Pollo y Lemmy (nuestros gatos) viajamos, vivimos felices y con mucho entusiasmo por lo que 2018 nos traerá. Gracias María por ser mi compañera de vida.
5. Me convertí en colaborador oficial de Do the Danel
Nunca imaginé que me pagaran por escribir mis ideas o recomendaciones, pues siempre ha sido otra de mis aficiones. Imaginen ahora lo bien que se siente tener la oportunidad de hacerlo en un medio internacional, para un público que no conozco, ¡en un idioma que para ellos es igual de desconocido! Más allá de saber que me leen en países como Canadá o Inglaterra, me llena de orgullo hablar de las bellezas de México y lo felices que somos aquí, además, me encanta pertenecer a un equipo de gente talentosa que se ha abierto camino con base en el esfuerzo y la autenticidad.
Hoy Do the Daniel es un importante medio de influencia en el sector Lifestyle y de viajes, presentando contenido real, hecho por personas reales, al cual represento en México y para el que me encanta escribir. Además, nada es mejor que poder trabajar con amigos, en completa libertad. Gracias Daniel Reyes, Catherine Sugrue, a todos el #DTDTeam y por supuesto a ustedes nuestros lectores.
6. Me enamoré (más) de mi país
A veces parece difícil encontrar tiempo para viajar, cuando realmente no lo es. Este año pude conocer más de México y visitar los estados de Quintana Roo, Yucatán y Chiapas. Además de descubrir nuevas zonas arqueológicas, playas, gente y ciudades hermosas, también pude disfrutar de mi amada Ciudad de México como turista por primera vez. Amo viajar, ojalá que 2018 traiga más oportunidades de viajar.
BONUS: Recordar que la vida no es perfecta, ni eterna
Si bien 2017 fue el mejor año en varios aspectos para mi, también fue el año en el que perdí a mi papá por culpa de un terrible cáncer, que decidió manifestarse con fuerza en la segunda mitad del año y en cuestión de meses, se lo llevó. Perder a un ser querido duele, pero perder a un papá, ese ser responsable al 50% de tu existencia, es un dolor indescriptible y que nunca desaparece.
¿Por qué menciono la pérdida de Toño, mi papá, en esta lista? Porque 2017 fue el año en el que estuvimos más unidos que nunca. Toñito era un workaholic y durante años se privó de disfrutar de placeres básicos y tan necesarios como el descanso, el contacto con la naturaleza, el salir de su ciudad y hacer cosas diferentes con la familia. Siendo honestos, mi papá siempre fue alguien que se preocupaba por el bienestar de todos, menos del suyo. Mi boda fue el pretexto perfecto para que viviera las mejores vacaciones de su vida en las que disfrutó de la playa, el sol, los cenotes y la comida, pero más especialmente, de su esposa Mary y de sus hijos. Yo fui feliz de poder disfrutar tiempo de calidad con mi hermano Carlos por primera vez. Hoy nuestro papá ya no está, pero antes de irse se encargó de unirnos.
Lo extrañamos todos los días, pero también todos los días recordamos que 2017 fue un gran año para él y para todos los que disfrutamos de su compañía. Su partida es sin duda un recordatorio de que la vida no la tenemos comprada y que en cualquier instante nuestra llama se apaga; hay que aprender entonces a disfrutarla, a vivirla sin cargas, sin rencores, sin posponer las cosas que queremos hacer de corazón y no olvidar nunca que las cosas más importantes de la vida no son cosas.
¿Qué espero de 2018? Nada. No quiero esperar. Terminaré 2017 con energía, haciendo las cosas que me gustan, queriéndome como lo hago hoy y siendo quien soy. Tengo proyectos que ya están en curso y que continuarán durante 2018. ¿Viajes? ya hay dos en la agenda, pero esperamos se nos aparezcan más en el camino. Lo que sí haré será recibir 2018 de fiesta con mi esposa, porque estar vivos es motivo suficiente para celebrar y empezar el año lleno de energía, sonriendo, bailando, me parece la mejor forma de darle la bienvenida al futuro.
Gracias a ti lector, por acompañarme todo el 2017.
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Desde Mexico, con amor